Un plan de terapias para la depresión es un curso de acción desarrollado por un terapeuta y el cliente. El tipo de tratamiento elegido es diseñado en torno a lo que funciona mejor para el paciente y sus problemas específicos. Un plan bien desarrollado para el tratamiento se orienta hacia la causa subyacente de la depresión, así como los síntomas. La terapia de conversación y medicamentos antidepresivos es probablemente uno de los tratamientos primarios.
Los tratamientos secundarios o suplementarios pueden incluir tareas como el uso de un diario y el desarrollo de hábitos de vida saludables. Este tipo de terapias para la depresión se puede usar tanto en adultos como en pacientes menores de edad.
La terapia de conversación se suele incluir en un plan de tratamiento para la depresión. Hay muchas formas de psicoterapia que pueden ser utilizadas con eficacia para tratar los síntomas de la depresión. La terapia cognitivo-conductual, la terapia de sistemas familiares y muchas otras, han demostrado que las terapias para la depresión pueden ayudar a prevenir la recurrencia de este trastorno.
La terapia de conversación se realiza en el consultorio del terapeuta y puede ser tan frecuente como tres veces por semana o tan infrecuentes como cada dos meses. Los planes típicos de tratamiento incluyen las citas frecuentes al principio, y conforme se vaya avanzando, la frecuencia se reduce. Todas las terapias para la depresión suelen ser evaluadas constantemente para verificar su eficacia.
Los medicamentos antidepresivos también pueden ser parte de un plan de tratamiento para la depresión. Estos medicamentos son suficientes para tratar la depresión en algunos casos, pero han demostrado tener más eficacia si se combinan con sesiones de psicoterapia.
Hay docenas de medicamentos antidepresivos que se deben vender en el mercado exclusivamente con receta. Los antidepresivos comúnmente prescritos incluyen Lexapro ®, Prozac, y Wellbutrin ®. El uso de estos medicamentos debe ser constantemente evaluado por el médico tratante ya que pueden llegar a tener efectos negativos en algunos órganos del cuerpo.
Las tareas escolares a menudo se incluyen en una terapia para la depresión. Este tipo de tareas tienden a ser específicas y basadas en la vida del cliente y sus luchas personales. Un ejemplo puede ser el de iniciar una conversación con alguien con quien el paciente tenga una relación problemática, o podría ser tan sencilla como unirse a una clase de algún tipo para incluir más actividades divertidas en la vida de la persona.
Sugerir cambios saludables en el estilo de vida de alguien que recibe tratamientos para la depresión es algo que se incluye en la mayoría de los planes de tratamiento para la depresión. Esto se considera un tratamiento complementario, ya que no es suficiente para curar la depresión, pero puede tener un efecto significativo en aliviar los síntomas. Comer una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente cada noche puede aliviar muchos de los síntomas de la depresión.
La conexión mente-cuerpo es mucho más fuerte que la mayoría de la gente piensa, y la forma en que una persona trata a su cuerpo va a tener un impacto real en el pensamiento y la salud emocional.