El ajo negro no es una variedad nueva ni deferente al ajo común. Se obtiene envejeciendo los ajos que todos conocemos. Este envejecimiento le da al ajo un color negro muy característico además de concentrar todos sus componentes medicinales, por lo que los beneficios para la salud aumentan con respecto al ajo.
El ajo negro tiene propiedades antibióticas, antisépticas y antioxidantes, además de mejorar la circulación sanguínea, regular la tensión arterial, ser un gran diurético y ayudar en la digestión.
Hemos dicho que sus componentes se concentran. Esto es un hecho comprobado en laboratorio, donde los análisis han dado como resultado que el ajo negro contiene un 2,7 más de polifenoles y 10 veces más antioxidantes que el ajo.
El ajo negro es muy empleado en el ámbito culinario por su sabor tan característico a regaliz además de ser más dulce que el ajo y no picar. Pero más que sus beneficios y propiedades a la hora de emplearlo en la cocina, a nosotros no interesan sus propiedades medicinales, por ello vamos a ver en qué beneficia concretamente a nuestra salud y bienestar:
- Previene las enfermedades cardiovasculares y ayuda a tener una mejor circulación sanguínea.
- Reduce el riesgo de padecer una trombosis.
- La alicina y la enzima convertidora de angiotensina que posee el ajo negro disminuyen la hipertensión, mejorando por tanto la tensión arterial.
- Sus tiosulfinatos aumentan los niveles de colágenos de nuestro cuerpo lo que hace que el ajo negro sea muy efectivo para los problemas de la piel y enfermedades musculares o para la artritis.
- Contiene una gran cantidad de potasio, lo que le otorga al ajo negro una gran capacidad diurética.
Como vemos, las propiedades medicinales del ajo negro son las mismas que las del ajo común, la gran diferencia es la concentración de sus componentes, por lo que el ajo negro tiene una mayor efectividad empleando dosis menores que el ajo.
El ajo negro tal y como acabamos de ver es beneficioso para la salud, pero al igual que otros alimentos o remedios naturales, existen casos en los que debemos evitarlo a toda costa. Estos casos son los siguientes:
- Debido a que mejora la circulación y evita la formación de trombos, no debemos tomar ajo negro si padecemos de algún tipo de problema de coagulación sanguínea. Por este mismo motivo, también es recomendable evitarlo si nos acaban de operar.
- Si tenemos en cuenta este mismo aspecto, por sus propiedades anticoagulantes no debemos tomar ajo negro si tomamos algún tipo de fármaco anticoagulante.
- El ajo negro también está contraindicado para personas con ciertos problemas de corazón.
- Por otra parte, no suele reaccionar bien con algunos fármacos anticonceptivos.
- En casos de diabetes el ajo negro tampoco es el mejor aliado.
- Por último, debido a su alto contenido en yodo, no es recomendable tomar ajo negro si se padece hipertiroidismo.
Terminaremos esta entrada aconsejándoos que antes de tomar ajo negro, ya sea en extracto, crudo o en cualquier comida, es mejor consultar antes con un especialista del sector si padecemos cualquier tipo de enfermedad para evitar que sus potentes propiedades medicinales agraven nuestra dolencia en lugar de ayudarnos a mejorar nuestra salud.