Sin duda alguna, las cebollas se encuentran en la dieta de la gran mayoría de las personas, aunque hay quien se resiste a tomarla por su fuerte sabor. Este articulo puede que les haga cambiar de opinión cuando vean que no solo es un alimento riquisimo en los platos sino de lo bueno que es para el organismo.
La cebolla, proteje nuestro corazón y es anticancerigena.
Se trata de una fuente rica en oligosacáridos, que estimulan el crecimiento regular de bifidobacterias saludabres y suprimen a su vez el crecimiento de bacterias perjudiciales en el sistema digestivo. Al suprimir dicho crecimiento, es un gran protector que nos ayuda a evitar el desarrollo de padecer un tumor en esta zona.
La Cebolla para bajar el colesterol y trigliceridos.
En la India, se realizaron una serie de estadisticas en aquellos pueblos que no comían cebolla y ajo, los resultados fueron sorprendentes, ya que se observaba que los niveles de colesterol y trigliceridos eran mucho más altos y los tiempos de la coagulación sanguínea estaban mas alterados de lo normal muy diferentemente de todo aquel que consumía cebolla y ajo de forma regular.
Las cebollas contra las enfermedades cardiovasculares.
Además de oligosacáridos, son una fuente rica en flavonoides, que como ya hemos explicado en otra notocia, son conocidos como protectores de enfermedades cardiovasculares así como anticoagulantes. Por ello favorecen a que la sangre mantenga unos niveles perfectos y con ello reducimos el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
El efecto anticoagulante de las cebollas, es relacionado con la presencia de azufre, esto ayuda a prevenir la formación de coagulos de sangre, y por lo tanto reduce el riesgo de sufrir enfermedades cerebro-vasculares. (Trombos en el cerebro).
La cebolla contra el cancer.
Los extractos de las cebollas son muy ricos en sulfuros, ello hace que nos proporcionen una increible protección contra el crecimiento de tumores. En el centro de Georgia en Estados Unidos, se cultava la cebolla Vidalia, y es en esta región en concrerto donde las tasas de mortalidad por cáncer de estómago, son la mitad que las que se recojen en el resto de Estados Unidos.