La deficiencia de yodo en el organismo puede acabar desencandenando trastornos como la pérdida de coeficiente intelectual en nuestro organismo, empeorar el desarrollo en general, y el bocio o cretinismo.
La (OMS) organización Mundial de la Salud, exige que el 90% de la población consuma sal yodada y no sal marina. Sin embargo tan solo un 25% de la gente incluye este tipo de sal en su dieta. Por ello cada vez son más los españoles que sufrecen déficits de yodo en el organismo.
Algo tan sencillo como cambiar a la sal yodada, sería suficiente para cubrir la deficiencia de yodo en el organismo.
Un déficit de yodo en el organismo puede desencadenar problemas como:
- Malformaciones en el feto.
- Sordomudez.
- Retraso mental.
- Deterioro severo de las funciones motoras.
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