La piel, el reflejo de nuestras emociones.
Por lo general, atribuímos los problemas de nuestra piel a cualquier tipo de causa física y por eso mismo recurrimos a cremas, jabones especiales y cosmeticos para tratarlos, sin embargo en muchas ocasiones los problemas tienen su raíz directamente relacionada con nuestro estado de animo, emociones y demás problemas.Para ello es necesario solucionar el problema a nivel psicosomático para solucionar el problema.
Picores, manchas enrojecidas, erupciones cutáneas, granos, sequedad, eccemas, estos problemas tan comunes de la piel, pueden aparecer en algún momento de nuestra vida, la mayoría de las veces recurrimos a cremas, lociones, o a visitar al dermatólogo para que nos recete algún medicamento, pero de nada servirá todo esto si esas manifestaciones de la piel son por motivos psicológicos.
La psicodermatología, estudia la relación de los trastornos dermatológicos desencadenados por problema psicológicos y emocionales.
La ansiedad, el estrés, el miedo y muchas otras patologías psicosomáticas, pueden crearnos reacciónes en la piel de diversos tipos. Aunque no se relacionemos los trastornos psicológicos y nuestra piel, diariamente nos encontramos con muestras de ello.
Un claro ejemplo simple es la reacción que tenemos ante un examen, una entrevista de trabajo o algo inesperado e inusual nos hace sudar. Está demostrado que muchos casos de caída frecuente del cabello o la aparición de granos, son consecuencia del estrés.
La psicodermatología, mantiene que entre el 30% y el 40% de las visitas al dermatólogo, tienen su origen en problemas psicológicos, siendo el estrés el que más problemas de este tipo causa.