LA l-Carnitina es un aminoácido cuya síntesis se produce en el hígado, los riñones y el cerebro a partir de la metionina y la lisina, dos aminoacídos esenciales. Para su correcta elaboración también necesita de hierro, vitamina C y B.
Gran parte de este aminoácido, se encuentra en los músculos esqueléticos y las células cardiacas, de ahí su importancia ya que resulta indispensable para el buen funcionamiento del corazón y la musculatura.
Aunque en cantidades no elevadas, la presencia de L-Carnitina en los alimentos es extensa. Principalmente se encuentra en carnes rojas, cacahuetes, coliflor, levadura de cerveza y germen de trigo. El hecho de mantener una dieta variada y equilibrada es la mejor manera de de conseguir el aporte necesario de este elemento en nuestro organismo. La carencia de L-Carnitina, hace que los depósitos grasos no puedan oxidarse y como resultado, quedan almacenados en las células y el torrente sanguíneo
¿Para qué sirve la L-carnitina?
La misión más importante de l-Carnitina, es generar energía para el organismo. Contribuye al metabolismo de las grasas y ayuda a su eliminación ya que las utiliza como combustible. Esta es la razón por la que muchos deportistas lo incluyen como suplemento en sus dietas para conseguir niveles más altos en el rendimiento de su entrenamiento físico.
También existen cantidades importantes en el líquido seminal. El grado de movilidad del flagelo (cola de los espermatozoides) requiere un alto grado de consumo energético. Estudios realizados aseguran que dependiendo de la cantidad de L-Carnitina, la movilidad varía de forma considerable.
Otro campo importante donde la L-Carnitina ha alcanzado sin duda gran popularidad, es en el mundo de la estética. Debido a que favorece la combustión de las grasas, ayuda a controlar el peso y a reducir la tan odiada piel de naranja. Una dieta equilibrada, complementada con ejercicio físico y el aporte óptimo de L-Carnitina, sin duda nos ayudará a conseguir los resultados deseados con mayor rapidez.
Efectos Secundarios de L-Carnitina.
No existen por el momento datos que determinen la presencia de efectos secundarios. La ingesta como suplemento de L-Carnitina debe adecuarse en función a la alimentación de cada persona. Si nuestra dieta es variada y compensada, será menos necesaria. Por el contrario, si consideramos que debido al ritmo de vida, horarios de trabajo etc…, lo que ingerimos no nos aporta las dosis de nutrientes necesarias, podremos suplementar con este producto del que haremos siempre un uso sensato y dosificado.
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