El ácido hialurónico para las arrugas

Como hemos hablado anteriormente del ácido hialurónico, se trata de un componente básico del cuerpo humano que está presente en todos los seres vivos.

Se encuentra en zonas del organismo como la cara, el cuerpo vítreo, huesos, vasos sanguíneos, cordón umbilical, cartílagos…

Una de sus principales propiedades es la de retener líquidos alrededor y por lo tanto aportar volumen e hidratación allí donde se encuentre.

Un buen aliado contra las arrugas.

Hoy en día, es usado en cosmética para varios tipos de patologías y para cuestiones de belleza. Pero sin duda su principal funcionalidad, es su infalible propiedad para luchar contra las arrugas e irregularidades de la piel.

Es evidente que es un buen remedio, pero no un milagro. Dicho esto queremos dar a entender que el someterse a una sesión a base de ácido hialurónico, no va a hacer desaparecer todas las arrugas que tengamos en la cara. Las arrugas más tenues y las de menor expresión, serán las más fáciles de eliminar con menos cantidad de ácido hialurónico, sin embargo, aquellas arrugas que ya lleven tiempo en nuestro rostro, cuello etc. Evidentemente, serán más difíciles de eliminar.

¿Cómo funciona el ácido hialurónico?

Por medio de infiltraciones en las zonas donde se encuentran las arrugas, el ácido hialurónico rellena las zonas hundidas que han perdido volumen, tensando de nuevo la piel y por consiguiente eliminando la arruga.

Estas infiltraciones se realizan por inyecciones intradérmicas sobretodo en zonas como patas de gallo, contornos de ojos, entrecejo etc.

En algunas ocasiones también se realizan estos rellenos con cirugía.

¿Duelen las inyecciones de ácido hialurónico?

El ácido hialurónico es una sustancia algo densa, por lo que una vez que nos lo han suministrado, resulta un poco doloroso pero aguantable. Además dependiendo de la zona donde se aplique, se suele dar anestesia.