Los productos de belleza que nos damos sobre la piel, por lo general todos pensamos que son efectivos y beneficiosos para tener una piel más sana y saludable, pero ni todos tenemos el mismo tipo de piel, ni todos los productos son de uso general para todas las pieles.
Existen productos y consejos de belleza que pueden estar indicados para pieles secas, y que si por el contrario nuestra piel es grasa y compramos dicho producto de belleza sin saberlo, puede que nuestra piel esté aún más grasa de lo que estaba, que los poros se abran por el exceso de sebo y que por consiguiente consigamos todo lo contrario a lo que pensábamos.
Hoy os enseñaremos los distintos tipos de piel para que sepáis el grupo al que corresponde vuestro cutis.
Diferentes tipos de pieles faciales:
- Pieles normales: Suele contener algún punto negro o aparición de alguna espinilla. Su apariencia no es ni tensa ni apergaminada.
- Pieles secas-grasas: Los poros son muy pequeños, existe una ausencia de puntos negros, y la sensación que da es de tirantez y hormigueo. Frecuentemente dan ganas de rascarse.
- Pieles secas-húmedas: Se aprecian ligeros puntos negros en la nariz, la barbilla y la frente. Da una ligera sensación de tirantez
- Pieles grasas: Se aprecian puntos negros en todo el rostro. El tacto es grasiento en todo el rostro, y si pasamos las yemas de los dedos notamos los residuos grasos. Por lo general los poros son grandes.
- Pieles mixtas: Se aprecian pequeños puntos negros en la zona de la nariz y frente, la piel es tensa y seca, a veces incluso escamosa.
- Pieles envejecidas: Sensación de tirantez, aspecto apergaminado y con aparición de arrugas.
- Pieles sensibles: Sensación de tirantez, manchas rojizas escamadas en el rostro, sobretodo en las zonas de la nariz y las cejas.
- Pieles impuras: Aparecen puntos negros por todo el rostro y pústulas a menudo infectadas. El aspecto es aceitoso y da sensación de tirantez al abrir la boca o al fruncir el ceño