Abandonar los hábitos de los tradicionales estilos de vida, puede repercutir muy negativamente a la salud y en especial al corazón. Llevar un desorden horario en el sueño, en las comidas y demás hábitos, puede hacer que nuestro organismo sufra una confusión que repercutirá directamente en nuestros genes, haciendo que funcionen mal y volviéndolos más vulnerables a enfermedades cardiovasculares.
Cuando acostumbramos al cuerpo a comer a una cierta hora, a dormir a una cierta hora y a consumir una serie de alimentos, hace que nuestro organismo se auto programe para cada día saber los que toca en cada momento y en cada caso, por lo cual no es recomendable variar nuestro horario habitual en nada.
Si desajustamos ese reloj interno automáticamente, sufriremos un estrés metabólico que favorecerá a la aparición de patologías relacionadas con el corazón entre muchas otras como la diabetes, alteración de grasas, colesterol, estrés y obesidad.