Los dulces se han convertido en algo común dentro de nuestra dieta. Es común que en algún momento del día nos deleitemos con un pastelillo, o alguna galleta, o disfrutemos de una soda para refrescarnos. Incluso nuestros padres muchas veces nos recompensaron con caramelos por nuestro buen comportamiento, y nosotros repetimos esta conducta con nuestros hijos.
Sin embargo, durante los últimos años han surgido distintas inquietudes alrededor de las consecuencias que puede tener el hecho de comer demasiados dulces en nuestro organismo. Los nutricionistas le han declarado la guerra a las golosinas y bebidas azucaradas, pero, ¿por qué razón?
Características de los azúcares refinados
Se ha dicho que comer demasiados dulces puede ser bastante nocivo para la salud. Esto se debe en gran parte a que los caramelos, la repostería, y la sodas que comúnmente consumimos están elaborados con azúcares refinados.
Los azúcares refinados, obtenidos de la caña de azúcar, en conjunción con la remolacha, se denominan sucrosa. La sucrosa es esencialmente glucosa que ya ha sido descompuesta. Nuestro cuerpo produce naturalmente glucosa, la cual obtiene de los hidratos de carbono. Estos elementos se pueden obtener de diversos alimentos, como las frutas, los lácteos, entre otros.
Los hidratos de carbono son la fuente de energía del organismo. Por tal razón, los nutricionistas recomiendan dietas ricas en ellos, pero cuando lo hacen no se refieren al consumo de golosinas o bebidas azucaradas, sino a la ingesta de alimentos como los mencionados, de los cuales podemos obtenerlos fácilmente.
Cuando se comen demasiados dulces lo que sucede es que el cuerpo obtiene niveles de glucosa, en forma de sucrosa, demasiado altos, puesto que éste ya ha extraído la glucosa de los hidratos de carbono consumidos en otros alimentos. Esto obliga al páncreas a inundar la corriente sanguínea con insulina para contrarrestar la cantidad excesiva de glucosa, creando un caos que, de manera repetitiva, ocasionará un colapso el cual podría desembocar en una deficiencia de insulina, y por consiguiente, una diabetes.
Los azúcares refinados son esencia azúcares vacíos, producto del procesamiento de la caña de azúcar y la remolacha, en el cual, todos los nutrientes que ambas plantas pudiesen aportar son destruidos, dejando como deshecho final la sucrosa.
Consecuencias de los azúcares refinados en la salud.
Comer demasiados dulces contribuye en gran parte a incrementar el peso de las personas, lo cual conduce a la obesidad. Además de ello, las personas obesas tienden a ser personas con problemas de desnutrición, puesto que los azúcares no aportan los nutrientes que requiere el organismo.
Actualmente, las meriendas de los niños en las escuelas y colegios se están viendo invadidas por pastelillos, sodas, caramelos, entre otros, puesto que los padres están perdiendo la costumbre de empacarles frutas, sándwiches, jugos. Al comer demasiados dulces, los niños pueden sufrir deficiencias nutricionales, similares a las personas obesas, especialmente de vitaminas B1 y B2.
Estas deficiencias pueden producir en ellos signos de fatiga, apatía, así como problemas bucales y cutáneos. Recordemos que el consumo de azúcares hace que los dientes sean más propensos a las caries.